viernes, 22 de agosto de 2025

POR QUÉ TANTA GENTE DEVORA BASURA DIGITAL


Dr. Mateo Maavak 

En un mundo que insiste en embrutecerte,
el acto más rebelde es pensar.
Mateo Maavak

La fatiga de los medios y el rechazo de las noticias

La fatiga de los medios es anterior a Internet y es el resultado del agotamiento psicológico provocado por los incesantes flujos de noticias, publicaciones y alertas. Sin embargo, la web potenció este fenómeno, acelerando los patrones observados por un colega cansado hace décadas: “Ya no hay nada nuevo en las noticias.”

La fatiga conduce inevitablemente a la evitación. Un instituto de Reuters descubrió que en 2023, el 39% de las personas encuestadas en todo el mundo generalmente evitaban las noticias, frente al 29% en 2017. En el Reino Unido, dos de cada cinco personas dicen que sienten “desgastados” por ello.

La participación también está cayendo. Entre 2015 y 2022, las encuestas globales muestran una caída del 20-30% en actividades como compartir, comentar y discutir noticias. Las secciones de comentarios, que alguna vez fueron desordenadas pero vibrantes, en muchos casos se han derrumbado en recriminaciones sin sentido, carentes de seriedad o perspicacia. Esto se debe en parte a otro factor, como lo ilustra la siguiente sección.

Trolls atrincherados

Los trolls ([1]) vienen en varios subtipos: están los inseguros, los auto-validantes, ([2]) los ideólogos y los pistoleros a sueldo. A algunos simplemente se les paga para hundir la conversación – para difamar la fuente, descarrilar el hilo y no dejar nada más que escombros en el cuadro de comentarios. En general, son similares a parásitos implacables que buscan transitar de un huésped tras otro.

Recientemente, después de semanas de dudas, finalmente publiqué un artículo cuestionando la falsa equivalencia entre Palestina y Cachemira, y cuestionando por qué Israel entra en pánico por las armas nucleares fantasmas de Irán mientras ignora las 170-180 reales de Pakistán.

La sección de comentarios pronto se convirtió en un campo de batalla. Un comentarista paquistaní desató un bombardeo semianalfabeto catalogando los “crímenes de guerra” de la India en Cachemira. Luego vino el troll pro sionista, lanzando acusaciones sin sentido. Curiosamente, ninguno se volvió contra el otro, a pesar de sus ideologías religiosas y geopolíticas, por lo demás hostiles.

Ese es el modus operandi del troll: expulsar a los pensativos, drenar el oxígeno y embrutecer la plaza pública. No sólo matan la conversación, reducen la capacidad de atención y fertilizan el suelo para que las noticias falsas crezcan más rápido y más sucias.

De noticias falsas a noticias más falsas todavía.

Con una capacidad de atención más corta, las generaciones más jóvenes, especialmente la Generación Z, ( [3]) están abandonando los medios de comunicación tradicionales en busca de contenido breve en TikTok, YouTube e Instagram. La cura tiene su propio veneno.

Un buen ejemplo: recientemente busqué en YouTube “Burkina Faso, aviones” para medir el ritmo del desarrollo en infraestructura de la nación revitalizada. ¿Los mejores resultados?

  • Traoré sorprende al mundo al presentar el primer avión africano ‘HECHO EN BURKINA’
  • Noticias de aviación: ¡Burkina Faso construye y lanza sus propios aviones!

Para ser claros, estos videos y otros similares sobre “El primer avión de producción nacional de Burkina Faso” llevan las características evidentes de la falsa “cobertura de noticias”.  Tanto los guiones como las voces están generados por IA, y todas las imágenes utilizadas son material de archivo, sin ninguna señal de los “aviones autóctonos” a la vista. Ya esto debería ser suficiente para alertar a un espectador casual, que no se tomará el tiempo ni hará el esfuerzo de consultar otras fuentes.

Quienes lo hagan descubrirán que toda la historia es falsa. Burkina Faso, de hecho, no ha comenzado a producir aviones a nivel nacional. La noticia más cercana de este tipo proviene del año pasado, cuando el país reinició su aerolínea nacional y adquirió un nuevo avión para elevar su flota total a cuatro.

Sin embargo, estos y otros vídeos sobre el supuesto avión casero de Burkina Faso juntos han obtenido cientos de miles de visitas, miles de me gusta y cientos de comentarios entusiasmados y carentes de dudas.

¿Somos tan ingenuos?

¿La gente ha estado tan inmersa en la desinformación que no puede funcionar sin saltar de la olla de noticias falsas a la sartén de noticias aún más falsas? ¿Es ésta una clase de restricción mental que requiere una dosis constante de estiércol digital para mantener una falsa sensación de comodidad?

Incluso los animales que consumen heces –cerdos, elefantes, tapires, jabalíes— lo hacen para obtener beneficios nutricionales en circunstancias de escasez. Por el contrario, los humanos parecen felices de consumir desechos intelectuales sin ningún beneficio.

Burkina Faso no sólo no ha construido un avión que haya “conmocionado a Boeing, Airbus y el mundo.” Incluso si siete de los ocho principales resultados de YouTube afirmaran lo contrario, la realidad es que solo dos naciones han desarrollado alguna vez un ecosistema aeroespacial totalmente independiente: Estados Unidos y la Unión Soviética (y últimamente Rusia). Incluso los aviones de combate más avanzados de China todavía dependen de motores rusos modificados incluso cuando se están logrando rápidos avances en las alternativas nacionales.

Causas de la credulidad

El cerebro encuentra seguridad en la repetición porque los patrones familiares exigen menos esfuerzo mental y no conllevan incertidumbre. Esto reduce la vigilancia y cada repetición refuerza las vías neuronales, proporcionando un goteo de dopamina pequeño y confiable. La comodidad siempre supera a la novedad.

Las plataformas explotan esto con algoritmos que alimentan material familiar, encerrando a los usuarios en un “bucle de comodidad de repetición” donde la previsibilidad triunfa sobre las comprobaciones de la realidad. Esto puede provocar un desplazamiento zombi en el que uno recorre el mismo contenido o uno similar sin buscar nada nuevo. Doomscrolling, ([4]) al menos, busca nuevos desastres, de forma muy similar a como un consultor de riesgos se engancha al análisis de amenazas.

Quizás los verdaderamente curiosos ya hayan abandonado YouTube y plataformas similares como fuentes de noticias serias. Se retiran a fuentes confiables y marcados como favoritos por experiencia – muchos de ellos ahora enterrados bajo un pantano algorítmico –, dejando a los recién llegados a la deriva en un océano de clickbaits. ([5]) Si es así, la brecha digital se ampliará aún más.

¿Rebelión o saturación?

El consumo mundial de medios ha aumentado durante décadas, pero los analistas predicen un primer descenso en 2025. Quizás finalmente estemos llegando a la saturación. Quizás algunos se estén rebelando silenciosamente, agotados por la sobrecarga cognitiva. La sobreexposición nos hace hojear en lugar de pensar y perseguir lo sensacionalista por encima de lo sustantivo. Y ahora mismo, la basura está ganando la guerra por la atención

¿Enganchado al brillo de la pantalla? Apágala. Camina en la oscuridad. Deja que tu cerebro se desintoxique saliendo del bucle. Porque en un mundo que insiste en embrutecerte, el acto más rebelde es pensar.

Traducción,  armado, resaltados y Notas
Denes Martos


[1] )- Persona que difunde noticias o hechos falsos por Internet, ya sea con algún objetivo político, económico, social o simplemente para divertirse.

[2] )- Se suelen designar así a quienes sostienen un argumento y lo validan solamente con hechos que tienden a confirmarlo desechando todo aquello que lo contradice o pone en duda.

[3] )- La Generación Z, también conocidos como zoomers o centennials, es el grupo demográfico que sigue a los millennials (Generación Y) y precede a la Generación Alfa, e incluye a las personas nacidas aproximadamente entre finales de los 90 y principios de la década de 2010.

[4] )- Navegar adictivamente por Internet buscando noticias de catástrofes, accidentes, o hechos apocalípticos.

[5] )- Gráficos y/o textos de "anzuelo" que invitan al usuario a hacer click sobre ellos para inducirlos a visitar determinado sitio o página. 



domingo, 15 de junio de 2025

SAN BERNARDO Y SUS PERROS

Los perros son nuestro vínculo con el paraíso.
No conocen la maldad, los celos ni el descontento.
Sentarse con un perro en la ladera de una colina
en una hermosa tarde es regresar al jardín de Edén,
donde no hacer nada no era aburrido: era estar en paz.
Milan Kundera

En los Alpes suizos, en el Sur y cerca de la frontera con Italia, arriba y muy cerca de las nubes, a casi 2.500 metros de altura, existe un refugio. 

Está allí desde hace más de mil años. Ya estaba por la época en que Roma conquistaba al mundo con sus legiones. Porque detrás del paso guerrero de las águilas del Imperio, a pesar de los horrores del combate y la dureza de las costumbres de aquellos tiempos, también marchó la Ley, el Orden y la Pax Romana. Y ya en aquella época, los hombres que querían estar más cerca de los dioses que los demás levantaron en esas alturas tan cercanas al cielo un templo a Júpiter.

Desde entonces el lugar ha sido un lugar bueno consagrado a un Dios bueno. Porque Júpiter, aún siendo el dios de un pueblo duro, guerrero y combativo,  fue también el dios de los jueces justos y los hombres leales que ese mismo pueblo supo regalarle a la humanidad. De hecho, los romanos piadosos a Júpiter también lo llamaban Iuppiter, Iovis o Diespiter, nombres todos que – al igual que el Zeus de los antiguos griegos – se relacionan con la idea de lo luminoso, lo brillante, lo resplandeciente. Siempre se supo que Júpiter era un dios del cielo.

Justamente por eso, para construir templos en su honor se buscaban los lugares más elevados. La cima del Monte Albano, al sur de la ciudad de Roma, estaba consagrada a Jupiter Latiaris, la deidad de los Hombres del Lacio, aquella confederación de 30 ciudades entre las que Roma había comenzado su trayectoria como apenas una ciudad más entre todas las otras. En Roma misma, la cumbre del Monte Capitolino estaba consagrada a él, con su templo más antiguo y el símbolo del roble sagrado, o encina sagrada; también presente en la tradición del Zeus de los griegos.

Por eso, también, uno de sus títulos más antiguos es “Lucetius”, que significa “el portador de la Luz” y en el lenguaje de los romanos giros tales como “sub Iove” – o “debajo de Júpiter” –significaban algo así como “a cielo abierto”. Por lo tanto, no es de extrañar que este dios bueno fuera también el custodio de muchas otras cosas buenas. En Roma se lo consideraba el guardián de la conciencia, de la fidelidad, del recto accionar y del sentido de las obligaciones. Fue el dios de la palabra empeñada, el dios en cuyo nombre se concertaban acuerdos, alianzas y tratados. Sus sacerdotes celebraban la más antigua y más sagrada forma de matrimonio: la confarreatio. La Eneida de Virgilio todavía nos sigue relatando a

Júpiter como el buen dios protector que mantiene a los héroes en el sendero del cumplimiento del Deber para con Dios, la sociedad y la familia. Eso que los antiguos romanos llamaban “pietas” y que los herederos de esa misma tradición hoy llaman Piedad. No en vano de la palabra “Iovis” tenemos hoy la palabra “jovial”; y no en vano tampoco el antiguo Zeus griego devino con el tiempo en el Deus romano, de dónde hoy tenemos la palabra más sagrada de todas: Dios.

Así, tampoco resulta sorprendente que en las alturas de los Alpes, custodiando y protegiendo el camino obligado de los viajeros que cruzaban esas imponentes montañas por el paso que une lo que hoy es Italia y Suiza, los romanos piadosos llamasen Montis Jovis a una de las cumbres más altas de la región y construyesen allí un templo en honor a Júpiter.

Pero las cosas que construyen los seres humanos a veces tienen destinos extraños. Nada de lo que construimos con las manos es eterno, aún cuando durante muchos siglos – cuando todavía no se habían inventado las cosas descartables – muchos grandes constructores trataron de hacer obras con la mirada puesta en la Eternidad. Aún los constructores de lo perdurable, de haber vivido lo suficiente, habrían llegado a ver las ruinas que hoy desentierran los arqueólogos. Quizás porque lo que construimos con las manos, por más perfecto y duradero que pretendamos hacerlo, al final no es más que un recipiente. Algo que sirve para contener lo esencial; algo así como una corteza o caparazón dentro de la cual podemos encerrar y custodiar lo eterno. Al menos por un tiempo. Y pasado ese tiempo, la estructura exterior, la caparazón, se cae; y sólo queda lo esencial – si es que había dentro de ella algo realmente esencial que mereciera perdurar.

Los romanos pasaron. El Imperio que construyeron se fue desmoronando. En las nevadas cumbres de los Alpes, con el correr de los siglos, el templo del dios bueno construido para proteger a los viajeros también se fue derrumbando. Al final, sólo quedaron sus ruinas desafiando las tormentas de nieve, los aludes y las avalanchas; tan frecuentes por ese paso entre las montañas y probablemente uno de los motivos prácticos principales que también impulsaron la construcción del refugio-templo.

De algún modo, sin embargo, el lugar siguió siendo sagrado. Bajo los reyes sucesores de Carlomagno – ese gran soberano, coronado Emperador del Sacro Imperio Romano por el Papa León III en la noche de Navidad del año 800 y a quien los franceses recuerdan como Charlemagne y los alemanes como Karl der Grosse – unos monjes piadosos mantuvieron el lugar. El Montis Jovis de los romanos de alguna forma se afrancesó un poco, con lo que pasó a ser conocido entre los hombres como el monasterio de Mont-Joux.

Pero los años siguieron transcurriendo, no sin dejar su marca y su rastro en el viejo refugio. Hacia el sigo XI el lugar necesitaba, otra vez, una restauración. Y fue entonces cuando un sacerdote conocido como Bernardo de Menthon, arcediano de la ciudad italiana de Aosta, decidió darle nueva vida al viejo refugio para proteger a los viajeros, brindarles alimento, alojamiento, y calor, con todo el cariño y la dedicación de que son capaces los buenos cristianos, pero también con toda la vocación de servicio de los continuadores de la Tradición de la Piedad heredada de los Muy Antiguos. 

San Bernardo de Menthon arcediano de Aosta

Porque desde San Bernardo de Menthon, el refugio no solamente brindó amparo y albergue a peregrinos y viajeros. Siguiendo la voluntad y la consigna de Bernardo, los monjes agustinos también oficiaron de guías y de activos participantes en operaciones de rescate. La zona de ese paso por los Alpes se halla cubierta de nieve y hielo durante nueve meses al año. Las tormentas son furiosas y frecuentes. Las avalanchas de nieve, un fenómeno casi habitual. Al principio, un monje descendía acompañando a los viajeros todos los días hasta Bourg Saint Peter y volvía hacia el atardecer con otro contingente mientras uno de sus compañeros hacía lo mismo en el lado italiano. Cuando los viajeros se perdían en la tormenta, con peligro de morir congelados, los monjes iban en su rescate.

Hay muchas historias al respecto. Historias que demuestran algo que varios pensadores y filósofos se han resistido tercamente a admitir: a los seres humanos no siempre nos guía el provecho propio. No siempre actuamos según nuestra mejor conveniencia. No todo lo que hacemos es el producto de un cálculo de costos y beneficios. Muchas veces, muchas personas son capaces de abrir las manos para dar. Sin pedir nada a cambio. El egoísmo y la codicia existen y pueden ser poderosas motivaciones para muchas cosas. Pero también existen la bondad, el cariño, la vocación de servicio, las ganas de hacer las cosas bien y de hacerlas por los demás. Para ayudar, para poner el hombro, para colaborar, para sostener, para proteger. Para cumplir con el mandato de la Piedad.

Bernardo de Menthon se reunió con su Padre Celestial, de quien tan cerca había estado en las altas cumbres de los Alpes, en el mes de junio de 1081. Un siglo más tarde, el culto a su memoria se había extendido por Suiza, Italia y Francia. En 1681 fue santificado y desde entonces es el santo patrono de los habitantes de los Alpes, los escaladores y los esquiadores. Hoy, el refugio subsiste y lleva su nombre: es el Gran San Bernardo y puede ser visitado – y de hecho lo es – por miles de turistas.

Pero la historia no termina aquí. Por un lado, la congregación creada por San Bernardo se ha diseminado por las montañas del mundo entero, estableciendo misiones en Asia Central, en el Tibet, en Birmania y hasta en China. Por el otro lado, al menos desde fines del Siglo XVII, los monjes comenzaron a usar perros. Desde 1750 en adelante los fueron adiestrando especialmente para operaciones de rescate. Conocidos al principio como “mastines alpinos”,  desde 1862 se los llama “sanbernardos” o “sanbernardinos” y existen sinnúmero de leyendas y de pinturas que los retratan.

Son unos animales estupendos. Enormes. Fuertes. Resistentes. Confiables. De carácter cariñoso y amable, pero de corazón sólido y firme como una roca. De pelo blanco y grandes manchas marrones. Hay muchos cuadros que los retratan con el tradicional barrilito colgando del cuello en dónde llevan un poco de aguardiente para calentar el espíritu de los expuestos a morir de frío. Hace unos 230 años atrás, el escritor inglés Oliver Goldsmith ya los describía como:
 “... excepcionalmente inteligentes, de noble estirpe y sorprendentes... provistos de una inteligencia fuera de lo común. Con un olfato fantásticamente agudo, son capaces de descubrir a un hombre cubierto por 3 y hasta 6 metros de nieve. Muchas veces han salvado la vida de pobres peregrinos”.

Y es cierto: registros de casi doscientos años de antigüedad nos cuentan que los monjes de San Bernardo y sus perros han rescatado a más de dos mil personas. ¿A cambio de qué? Mezquina pregunta. A cambio de nada. El hospicio de San Bernardo en los Alpes suizos existe hasta el día de hoy; pero no es un hotel de cinco estrellas. Es apenas un severo y sobrio edificio levantado como un monumento a la bondad de la que es capaz el ser humano aún en medio de un mundo que muchas veces parecería haberse vuelto completamente loco de codicia, egoísmo y ambiciones.

A pesar de que hoy los peregrinos y caminantes han sido reemplazados por turistas que recorren el milenario sendero del paso – ahora asfaltado – en veloces y brillantes automóviles, la misión de los discípulos del Dios bueno no ha cambiado. Sigue siendo la misma de siempre: servir. Hacer el bien. Ayudar. Dar una mano. Poner el hombro. Salvar vidas. Y todo eso a cambio de nada materialmente relevante. Todo eso sólo a cambio de una simple palabra de agradecimiento. A cambio de una sonrisa, un abrazo y un emocionado “gracias”. A cambio de ese extraño calor que sentimos en el pecho cuando sabemos que hemos hecho algo noble. Algo bueno. Algo que valía la pena hacer.

15 de Junio de 2025. – En el día de San Bernardo de Menthon

Estatua de San Bernardo
en las afueras del Hospicio


lunes, 9 de junio de 2025

9 DE JUNIO - DÍA DE LA RESISTENCIA PERONISTA

 


Al sur de la ciudad de Rosario, cerca del frigorífico Swift, hay un barrio que hoy ostenta orgulloso el título de “Capital de la Resistencia Peronista”. El barrio se llama y siempre se llamó "Villa Manuelita".

Allí, muy poco después de la revolución del 16 de Septiembre de 1955  llamada "Libertadora" por quienes la pergeñaron y "Fusiladora" por quienes la padecieron  un grupo de mujeres improvisó, con los delantales blancos de las obreras de la carne, un lienzo donde pintaron 

Todos los países reconocen a Lonardi. Villa Manuelita no”.

El tanque de agua de
Villa Manuelita
Tomaron ese lienzo con el mensaje y lo colgaron en lo alto de un gran tanque de agua visible desde bien lejos. Tres veces vinieron militares a tratar de bajar el cartel y Villa Manuelita los sacó a pedradas y ladrillazos. Después, claro, a fuerza de tanquetas, caballos y gases lacrimógenos, los "libertadores"  consiguieron bajar el cartel. 

Luego, también lo bajaron a Lonardi. Lo desplazó de la presidencia de la nación el general Pedro Eugenio Aramburu acompañado por el Almirante Rojas como vicepresidente. Y lo que siguió fue el baño de sangre que estalló el 9 de Junio de 1956 con los fusilamientos de militares y civiles, en los cuarteles y en los basurales de José León Suarez. 

A pesar de eso, durante muchos años una militancia tercamente rebelde siguió sin aceptar la imposición de los usurpadores del Poder. El espíritu de resistencia se contagió a muchos militantes y la resistencia se amplió. Ya no se trataba de Lonardi. Se trataba del combate por una Patria concebida como Justa, Libre y Soberana, en el marco de una Comunidad Organizada luchando por ocupar su lugar en el mundo en el que 

"Los yanquis, los rusos y las potencias reconocen a la libertadora. Villa Manuelita no.

Así, con ese espíritu nació la Resistencia Peronista. Peleó todo lo que pudo, dejando mucha gente por el camino. Y al final, lamentablemente, terminó muriendo por traiciones internas, infiltrados, desviaciones ideológicas, errores estratégicos y la ineptitud total de los dirigentes corruptos de un PJ anodino cuya jefa real que hoy está peleando para no ir en cana por ladrona, cuando le pidieron una contribución para una estatua del general Perón contestó que "para ese viejo de mierda" no ponía un peso.  

A esta altura de la historia de aquella resistencia solo quedan recuerdos. Aunque, ¿quién sabe? Quizás en algún momento alguien se suba otra vez a ese tanque de agua y despliegue un cartel con la leyenda: 

"La partidocracia actual acepta la decadencia de la Argentina. Villa Manuelita no".

Probablemente eso ya no volvería a indicar el inicio de otra Resistencia.
Pero sería lindo verlo.



.....en aquellos días de lucha del pueblo rosarino, se vivieron hechos que dieron origen a la historia de la heroica Villa Manuelita, conducidos por Emiliano Pérez, militante peronista, talabartero en la empresa de transporte de nuestra ciudad, quien asumió sobre sus espaldas la responsabilidad de canalizar la indignación ante el atropello al que era sometido el gobierno popular, siendo lanzado el contundente desafío "Estados Unidos, Rusia e Inglaterra reconocen a la Libertadora, Villa Manuelita NO", siendo ésta una fundamental consigna, que junto a otras figuraban en los carteles realizados por los vecinos en pie de guerra. (Considerando del Decreto 43839 - 03/09/2015 de la Municipalidad de Rosario autorizando actividades y la «colocación de placas en diversos puntos importantes de la ciudad, en el marco de la conmemoración de los 60 años de la "Resistencia Peronista"»)